LA GRAN RAMERA
BABILONIA LA GRANDE

"Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer,
y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos."
Apocalipsis 17:7



LA VISIÓN DADA A JUAN POR EL ÁNGEL

El comienzo del capítulo 17 del libro de Apocalipsis es la declaración de una invitación personal al Apostol Juan diciendo que uno de los siete ángeles mencionados en el capítulo anterior se acercó a él, diciendo:

"Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos."

"Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro." Apo. 17:1-6.


Este cambio repentino de visión nos da a entender que hay tantas cosas involucradas en los eventos escatológicos que a Juan se le muestra, que es natural que se sintiera sacudido por estas imágenes impactantes y cambios ocurridos de diferentes visiones que se le mostraban al Apóstol.

Y aunque sabemos que lo mostrado a Juan no quedó sin su debida interpretación por parte del Ángel, aún así nosotros, los que estamos viviendo y por vivir esos eventos apocalípticos, necesitamos de la ayuda y la revelación del Espíritu de Dios para entenderlos y poder conocer en que etapa del Apocalípsis estamos ya.

LA GRAN RAMERA

¿De donde sale esta mujer gran ramera? ¿Hay algún contexto bíblico que nos dé algo de ayuda adicional para entender a quién está representando en una forma aún más clara? Veamos si nos ayudamos un poco leyendo lo que la Biblia dice en el pasaje de Isaias 1:21;

"¿Cómo te has convertido en RAMERA, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas."

En este pasaje Dios le llama ramera a la ciudad de Jerusalén pues el pueblo no andaba en los estatutos de Dios, se había apartado de sus caminos y se relacionaba con la idolatria y compara a la ciudad y sus habitantes con una ramera.

Y a la ciudad de Nínive, la que una vez se arrepintiera y se humillara ante Dios de su perversidad ante la predicación de Jonás, y habiendo vuelto a peor condición al paso del tiempo, Dios tambien le hizo semejante comparación;

"…a causa de la multitud de las fornicaciones de la RAMERA de hermosa gracia, maestra en hechizos, que seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos.
Todos los que te vieren se apartarán de ti, y dirán: Nínive es asolada;"   Nahum 3:4,7a

Esta mujer representa una ciudad conforme a los pasajes arriba expuestos y conforme a la interpretación dada por el ángel a Juan: "Y la mujer que has visto es la gran CIUDAD que reina sobre los reyes de la tierra." Apoc. 17:18. Esto quiere decir que ya tenemos un principio de interpretación. Segundo, esa ciudad está estrechamente relacionada a una bestia que la trae montada encima. A pesar de que viene sobre la bestia, también el ángel le dice que esa mujer esta sentada sobre muchas aguas, o sea, la bestia la trae pero ella se sienta sobre muchas aguas.

La gran ramera y la bestia representan dos poderes u organizaciones distintos el uno del otro. La bestia se muestra llena de nombres de blasfemia, y la mujer embriagada con la sangre de los mártires del Señor. La bestia representa a un poder político, y la ramera representa un poder u organización de carácter religioso. Y la evidencia de que son dos cosas distintas la tenemos en el hecho de que al fin la bestia se ha de volver contra la ramera que lleva encima y ha de acabar con ella. Apoc. 17:16.

LO QUE REPRESENTA LA MUJER AQUI

Esta ramera no es literalmente una mujer sino una institución de carácter religioso-comercial, que tiene su asiento en la Babilonia mística, con cuyo nombre se identifica. En el lenguaje profético, una ramera es símbolo de un pueblo, ciudad o institución que se ha prostituido, en sentido religioso. Ya dimos ejemplo más arriba en los pasajes ya citados de Isaias 1:21 y Nahum 3:4,7. Pero citaremos también lo que Dios habló a la nación de Israel y Judá según Jeremías 2:20 y 3:6;

"Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como RAMERA."
"Me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí FORNICA."

El Señor comparó al pueblo de Israel con una ramera, a causa de que el citado pueblo se había apartado de las normas de adoración establecidas por la palabra de Dios, y se había entregado, en cambio, a la adoración de imágenes (Ezeq. 16:17). Y la mujer que aparece en Apoc. 17 es llamada "la madre de las fornicaciones," a causa de que la institución que representa es culpable, delante de Dios, de haber fomentado la idolatría, en diferentes formas, en todo el mundo.

Se nos dice en el versículo 1, que la ramera está sentada sobre muchas aguas; e interpretando estas palabras, dice el ángel, en el verso 15, que "las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas." Así que, la Escritura declara que la ramera está sentada sobre muchos pueblos, naciones y lenguas. Esto constituye una evidencia de que la ramera representa una institución de carácter religioso, porque únicamente de una institución de tal carácter se puede decir lo que se dice de la ramera

Esta mujer ramera representa una institución que tiene como color distintivo el púrpura, y aparece vestida de púrpura, tiene por emblema un cáliz, y aquí Dios nos presenta a la ramera con un cáliz en la mano. Hace ostentación de sus riquezas, y la ramera aparece adornada de oro, piedras preciosas y perlas (véa Apoc. 18:16).

En lugar de tener relaciones espirituales con el Rey del cielo, las tiene con los reyes o gobernantes de la tierra, pues en el Cap. 18:3, dice que "todas las gentes han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella". Este lenguaje nos demuestra que la ramera representa una institución de carácter religioso y no político.

La ramera representa una institución que es "la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra." (vs. 18). Esto nos demuestra, sin lugar a dudas, que la ramera representa una institución de carácter religioso que ha venido ejerciendo autoridad sobre los gobernantes de la tierra.

La ramera representa una institución que es culpable, ante los ojos de Dios, de haber derramado la sangre de los verdaderos discípulos de Jesucristo, pues el Señor nos presenta a la mujer simbólica embriagada de la sangre de los mártires de Jesús. También la mujer representa una institución religiosa, pero una religión de tipo mercantil que comercia hasta con las almas de los muertos, según lo declara el Señor en Apoc.18:13.

La ramera representa una institución religiosa que se identifica con el nombre de una ciudad: La Babilonia mística, pues según el versículo 5, la mujer lleva su nombre escrito en su frente, y el nombre es éste: "Babilonia la grande, la madre de las fornicaciones... de la tierra." Y según el versículo 18, el ángel le declara a Juan lo siguiente: "La mujer que has visto, es la grande ciudad que reina sobre los reyes de la tierra."

Hemos dicho que la gran ramera representa una institución de carácter religioso (y comercial). Ahora bien ¿cuál es esa institución? ¿será necesario que lo digamos? El Señor la pinta tan claro en su palabra que nos resulta muy fácil su identificación. La mujer que has visto —dice el Señor—, es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra. ¿Y qué ciudad reinaba y reinó sobre los reyes de la tierra?

Ademas se menciona que las siete cabezas de la bestia que la trae son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer. Y se sabe de una ciudad en el mundo fundada sobre siete colinas conocidas como los montes: Palatino, Esquilino, Aventino, Capitolino, Quirinal, Viminal y Celio.

¿QUIEN ES LA GRAN RAMERA?, ¿CUAL ES ESA CIUDAD?

La única ciudad que, en los últimos mil años, ha ejercido autoridad sobre los reyes de la tierra, es la ciudad de ROMA, no como fuerza política sino como FUERZA RELIGIOSA. Los PAPAS de ROMA han proclamado reiteradamente que ellos son los REPRESENTANTES DE CRISTO en la tierra (VICARIUS FILII DEI), y basados en tal pretensión se han enseñoreado de PUEBLOS, MUCHEDUMBRES, NACIONES Y LENGUAS (Apoc. 17:15).
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Ahora bien, en el Cap. 18:12,13 de Apocalipsis dice que el comercio que fomenta esta institución que representa la ramera, abarca los siguientes objetos: oro, plata, piedras preciosas, lino fino, grana, madera, cobre, hierro, mármol, canela, incienso, vino, aceite, flor de harina, y ALMAS DE HOMBRES. Ahora bien, ¿qué institución, con sede en Roma, fomenta este tipo de comercio? Se encuentra la respuesta si se entra en una casa comercial dedicada a la venta de objetos de carácter religioso que estén de acuerdo con las prácticas de la Iglesia Romana.


No constituye una calumnia el afirmar aquí que la citada institución comercia con las almas de los hombres (y de mujeres, claro está) desde que nacen hasta centenares de años después de muertos. ¿Hay acaso alguna otra institución de carácter religioso, con sede en Roma, que fomente un comercio tan extenso, variado, y lucrativo como el que fomenta la Iglesia Romana? La verdad es la verdad; y la verdad es que la Iglesia Romana ha inventado un lugar llamado el PURGATORIO; las enseñanzas de la religión romana meten, en el purgatorio las almas de todos los muertos, y después cobran por sacarlas de ese lugar imaginario.


EBRIA DE LA SANGRE DE MÁRTIRES DE JESÚS

La ramera de Roma ha derramado la sangre de los seguidores de Cristo. Y esa institución es la que tocó sus campanas a vuelo, llamando a sus fieles a la espantosa matanza de la tristemente célebre noche de San Bartolomé. Dice la historia que cuando la noticia de aquel horrible degüello llegó a Roma, la suprema jerarquía del Vaticano ordenó que repicasen todas las campanas de la ciudad de Roma, y que se acuñase una medalla que conmemorase el degüello de los cristianos evangélicos franceses.

La ramera romana es la misma que ha mantenido encendidas las hogueras de la Inquisición por espacio de más de seiscientos años. Y para que ustedes tengan una idea de cómo funcionaban aquellas hogueras, les diré que, según la historia, solamente en la pequeña Holanda murieron quemados por la Inquisición cien mil cristianos evangélicos. ¿Tales crímenes no han de clamar al cielo?

La Inquisición la estableció y la mantuvo la Iglesia Romana. Y que no se nos diga que las pobres víctimas de la Inquisición eran quemadas por las autoridades civiles, porque, en este caso, replicaríamos diciendo que las autoridades civiles, comenzando por el rey, no eran otra cosa que dóciles instrumentos de la jerarquía católica romana.

La historia nos dice que sobre la Iglesia Romana pesan espantosas matanzas de cristianos evangélicos, los que sufrieron la muerte por negarse a beber del vino de sus fornicaciones idolátricas. Esto que estamos diciendo es duro, pero es la verdad. Y nadie debe escandalizarse por esto que decimos, porque más duro es lo que dice el Señor, hablando de la Babilonia mística, en los capítulos 17 y 18 de Apocalipsis.

La ramera se presenta a los ojos de Dios como embriagada de la sangre de los santos de Jesús, y la religión romana no puede quitarse de encima estos crímenes que Dios y la historia le atribuyen.

OTROS DATOS DE LA GRAN RAMERA

La ramera representa una institución que tiene como color distintivo el de la púrpura. ¿No es éste el color distintivo de los altos dignatarios de la Iglesia Romana? Representa una institución que hace ostentación de sus riquezas. ¿Hay en este sentido alguna institución que se pueda comparar con la Iglesia Romana?


Representa una institución que está sentada sobre muchos pueblos naciones y lenguas. De la única institución que se puede decir esto, en la forma que lo dice el Señor, es de la Iglesia Romana. Esta iglesia hace alarde de que es universal, y siempre ha vivido cabalgando sobre los pueblos y gobiernos que han entrado en relaciones con ella. Todavía en la actualidad, esta iglesia es subvencionada por algunos gobiernos con dinero del estado.

Que la gran ramera, es Roma, lo reconocen hasta los mismos escritores de la Iglesia Romana. Por ejemplo: En la Biblia traducida por el obispo Felipe Scío de San Miguel, aparece una nota al margen de Apocalipsis 17:1 que dice así: "Muchos intérpretes antiguos, con San Jerónimo, han entendido por esta mujer a Roma pagana e idólatra, perseguidora del verdadero Dios y de su Cristo."

Y en la Biblia traducida por Nácar y Colunga, publicada por la Editorial Católica de Madrid,aparece una nota correspondiente a Apocalipsis 17:5 que dice: "El apóstol no puede declarar este nombre -el de la mujer- de otro modo que llamándole misterio, pero lo que sigue es bien claro ... se trata de Roma, la perseguidora de los fieles de Jesús."

Efectivamente, se trata de Roma, pero no de la Roma imperial, porque aquélla desapareció hace más de mil quinientos años. Se trata de Roma, la Roma actual, porque esta Babilonia mística, de que nos habla el Apocalipsis ha de ser desolada por una federación de reyes que han de estar vivos cuando Cristo venga por segunda vez.

En conclusión: Es un hecho cierto, reconocido y aceptado hasta por los mismos fieles de la religión romana, que la gran Babilonia, mencionada en el cuadro que estamos explicando, es Roma, y la ramera que tiene por sede la mencionada ciudad, es la religión romana, que por más de mil años ha venido ejerciendo autoridad sobre los reyes de la tierra (17:18). Los pecados cometidos por esta ramera, dice el Señor, que han llegado hasta el cielo (18:5), porque con sus hechicerías fueron engañadas todas las naciones (18:23), y a causa de sus abominaciones (17:5) la espada del juicio de Dios pende sobre Roma y la institución que se asienta en ella (18:6-8).

Y por cuanto Dios ha determinado la ruina de Roma, con todo lo que este nombre representa, en el sentido religioso, el Señor llama a las almas sinceras que militan en la religión romana, diciéndoles: "SALID DE ELLA, PUEBLO MIO, PARA QUE NO SEAIS PARTICIPES DE SUS PECADOS, NI RECIBAIS PARTE DE SUS PLAGAS." Apoc. 18:4.



CONTINUARÁ (en los datos de la bestia) ---->>>
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